Líderes inesperados
Las capacidades requeridas para ejercer bien el liderazgo se pueden englobar en una: tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un
grupo o equipo en el logro de metas compartidas.
La toma de iniciativa en la realización de un proyecto suele estar precedida por una visión del futuro que impulsa al líder a hacer grandes cosas a cualquier precio y sin detenerse ante los desafíos.
1. Visión audaz
Visión es la capacidad para ver las cosas de un modo diferente que los demás, para imaginar y crear el futuro, expresarlo claramente a los seguidores potenciales y asignarles un papel personal para lograr lo imaginado. La visión del líder moviliza a las personas a la búsqueda de nuevas metas. En ciertas ocasiones, los resultados obtenidos son incluso muy superiores a los previstos. Esto último se debe, sobre todo, a una excelente comunicación de la visión por parte de los líderes: «utilizan un elevado lenguaje visual para materializar ese futuro a su equipo (…); crean un consciente colectivo que impulsa a la gente a convertir ese futuro en realidad; hablan de “nosotros” y no de “mí”; enrolan a otros en la visión, con la intención de alcanzar una perspectiva común que permita captar sus respectivos valores, intereses, esperanzas y sueños».1
Para Champy, esa capacidad es consustancial al liderazgo: «¿Qué es lo que tenían en común los grandes líderes? Ojos para ver y fe para creer lo que otros no veían ni creían, la ambición de acariciar un sueño y atreverse a convertirlo en realidad».2
2. Aceptación de grandes desafíos y experiencias para lograr objetivos valiosos
Esa aceptación conlleva que el líder busque colaboradores o seguidores que compartan su sueño. Para ello tendrá que invocar sus propios valores y ser persuasivo.
3. Maximización de valores. Líder moral
El líder da a conocer a sus seguidores sus propios valores —no tanto los que prefiere en el plano teórico como los que está viviendo—. Les transmite su compromiso para actuar con referencia a esos valores. Es un referente moral por medio del ejemplo personal.
4. Capacidad de persuasión
El líder contagia la creencia en la realización de su visión. Además, utiliza argumentos persuasivos extraídos de la gran cantidad de información que posee.
5. Capacidad de motivar
El líder enseña a las personas a creer en sí mismas, a descubrir y utilizar sus talentos escondidos al servicio de metas compartidas. Pero no basta la motivación inicial; se necesita, además, una motivación permanente, con el fin de que los seguidores sean perseverantes en su tarea. La mejor motivación será tratarles con consideración.
6. Buena relación con los seguidores. Líder democrático
Es fundamental la confianza mutua entre el líder y sus seguidores. Estos últimos necesitan líderes que sean creíbles. El líder no impone ni ordena, sino que escucha, aprende, convence y dialoga; debe considerarse a sí mismo un instrumento del grupo para que ese grupo consiga sus objetivos.
7. Empatía
Un líder debe actuar basándose en las conductas predecibles de sus seguidores. Pero ello exige capacidad para comprender el comportamiento de las personas lideradas y que estas últimas se sientan comprendidas.
8. Memoria
«La memoria no solo apoya la información reuniéndola y analizándola, sino que también permite a los líderes crear los lazos interpersonales tan necesarios para la continuidad del liderazgo. La capacidad del líder para recordar aspectos de las vidas personales de sus seguidores, mostrando con ello su interés, es uno de los aglomerantes que hace que los seguidores continúen unidos al líder»3
Pero para conseguir los objetivos no basta con que los colaboradores reciban el afecto del líder; se necesita, además, que este último muestre su carácter ante las sucesivas dificultades que suelen presentarse en la realización de un proyecto ambicioso. Supone dar ejemplo de coraje, autodominio y firmeza.
9. Coraje
Los seguidores abandonan al líder que se asusta o retrocede ante las dificultades. En cambio admiran al que demuestra valentía, lucha y coraje. El líder sigue adelante aunque le dejen solo.
10. Autocontrol
Sin ser capaz de controlarse a sí mismo es imposible controlar a otros. El autocontrol del líder es, además, un ejemplo para que lo adquieran sus colaboradores.
11. Firmeza en las decisiones
Para dejarse guiar, los seguidores necesitan que el líder se muestre seguro de sí mismo. Debe actuar con firmeza en el momento de adoptar una decisión difícil, y también a la hora de mantenerla. Y debe, además, asumir su responsabilidad y posibles errores en las decisiones tomadas. Para evitar posibles fallos es muy importante que el líder acierte, en cada caso, en la elección de las estrategias que se dispone a aplicar.
12. Utilización de estrategias para motivar y dirigir a sus colaboradores
El término estrategia es de origen militar. Proviene del griego stratos (ejército) y agein (conductor, guía). Posteriormente pasó a aplicarse a otros ámbitos. Hoy se habla mucho de estrategias de empresa, de marketing, de enseñanza, de aprendizaje y de liderazgo. En este último ámbito los líderes utilizan, de forma complementaria, dos tipos de estrategia con sus colaboradores: de motivación y de gobierno.
1 MAXWELL, J.: Las siete cualidades del liderazgo. www.emprendedoresnews.com.
2 CHAMPY, J.: Ambición: los secretos de los grandes líderes. Gestión 2000, Barcelona, 2001, p. 29.
3 WILHEIM, W.: Aprender de los antiguos líderes. En El líder del futuro, op. cit.,
Fuente: 14 Líderes Inesperados, Gerardo Castillo