Clave en nuestra salud
Investigadoras de la Universidad de Harvard emprendieron la labor titánica de revisar 200 estudios en los que encontraron que el optimismo y las emociones positivas brindan protección contra las enfermedades del corazón, además de que aparentemente detienen el progreso de estos males en caso de ya padecerlos.
“Las personas más optimistas registraron aproximadamente 50% menos riesgo de sufrir un episodio cardiovascular inicial en comparación con las menos optimistas”, nos comparte Julia Boehm, investigadora de la Universidad de Harvard.
Otra publicación de la misma universidad refiere un estudio de la American Medical Association en el que entrevistaron a 589 personas una vez al mes, durante 10 años para averiguar la percepción que tenían sobre su propio envejecimiento. El resultado fue que las personas con una actitud positiva hacia su camino a la tercera edad demostraron ser 44% más propensas a recuperarse de sus enfermedades que aquellos con una actitud negativa.
Otro estudio similar hecho por investigadores de la Universidad de Yale reveló algo más impactante. Los científicos midieron la percepción de los participantes sobre su envejecimiento por más de dos décadas; descubrieron que quienes lo describían positivamente vivían 7.5 años más. ¡Sí, 7.5 años!
El artículo revela incluso que esta inclinación por ver el lado amable de las cosas tiene un mayor impacto en nuestra expectativa de vida que otras medidas como cuidar el colesterol, evitar la hipertensión o dejar de fumar.
Tiene sentido, ¿no? Entre más positiva sea nuestra visión del mundo, más gozaremos de nuestra vida y, entre más nos agrade ésta, más ganas tendremos de librar cualquier obstáculo y permanecer en la aventura.
Actitud negativa: los villanos también tienen poderes
Ahora volteemos la tortilla: si las emociones positivas nos ayudan a sanar y prevenir, ¿las negativas nos pueden enfermar?
La revista Time hizo un recuento de estudios científicos con los siguientes resultados: la gente que con frecuencia guarda sentimientos de negatividad y desconfianza es más propensa a ser víctima de demencia y enfermedades del corazón; las personas hostiles y poco amistosas tienden a sufrir más infartos que las más amables; además, aquellos que padecen de depresión tienen mayor riesgo de tener diabetes, ataques al corazón y distintas discapacidades.
Fuente: Actitud Positiva ¡Y a las pruebas me remito! de César Lozano