Todos queremos inventar ese producto revolucionario, crear esa compañía exitosa, escribir ese libro más vendido. Y sin embargo, muy pocos realmente lo logran. La emprendedora brasileña Bel Pesce derriba cinco mitos en los que solemos creer fácilmente pero que son la garantía de que un sueño nunca llegue a buen puerto.
Dediqué los últimos dos años a entender cómo las personas cumplen sus sueños. Si pensamos en los sueños que tenemos, y la huella que queremos dejar en el universo, sorprende la superposición existente entre los sueños que tenemos y los proyectos no realizados. Por eso hoy vengo a hablarles de cinco maneras para no cumplir sus sueños.
Uno: Creer en el éxito repentino.
Conocen la historia, ¿no? El tecnólogo que hace una app móvil, la vende rápido y gana mucho dinero. Puede que la historia sea real, pero apuesto a que está incompleta. Si uno investiga un poco más, ese tipo había creado 30 apps antes y tenía un doctorado en ese tema. Había trabajado sobre ese tema durante 20 años.
Esto es muy interesante, yo misma tengo una historia en Brasil, que se cree que fue un éxito repentino. Vengo de una familia humilde, y dos semanas antes de cumplirse el plazo para presentarse al MIT, empecé los trámites de solicitud de ingreso. Y, ¡voilá! Entré. Puede pensarse que fue un éxito repentino, pero funcionó solo porque durante los 17 años previos, me tomé la vida y la educación en serio. El éxito de la noche a la mañana siempre es producto de todo lo hecho en la vida hasta ese momento.
Dos: Creer que otra persona tiene las respuestas para uno mismo.
Constantemente, la gente quiere ayudar, ¿no? Todo tipo de gente: la familia, los amigos, los socios comerciales, todos opinan sobre el camino que deberíamos tomar: "Permíteme que te diga, ve por este camino". Pero al analizarlo, hay otras alternativas también. Y uno tiene que tomar esas decisiones por su cuenta. Nadie más tiene las respuestas perfectas para tu propia vida. Y hay que seguir tomando esas decisiones, ¿sí? Los caminos son infinitos y encontraremos obstáculos, eso es parte del proceso.
Tres, y esto es muy sutil pero muy importante: Asentarse cuando el crecimiento está garantizado.
Cuando te va bien en la vida, has reunido un gran equipo, los ingresos crecen y todo marcha sobre rieles... es hora de asentarse. Cuando lancé mi primer libro, trabajé muy, muy arduamente para distribuirlo en todo Brasil. Lo descargaron más de tres millones de personas y más de 50 000 personas compraron ejemplares en papel. Al escribir la secuela, había un impacto garantizado. Incluso haciendo poco, se vendería bien. Pero bien nunca está bien. Si estás creciendo hacia un pico, tienes que trabajar más que nunca y alcanzar otro pico. Quizá. de haber hecho poco, lo habrían leído un par de cientos de miles, y eso ya era importante. Pero trabajando como nunca antes, puedo llevar ese número a millones. Por eso decidí, con mi nuevo libro, recorrer cada estado de Brasil. Y ya puedo ver un pico más alto. No hay tiempo para asentarse.
Cuarto consejo, y es realmente importante: Creer que la culpa es de otro.
Todo el tiempo veo gente que dice: "Sí, tuve esta gran idea, pero no había inversores con la visión para invertir". "Creé este gran producto, pero el mercado estaba tan mal, las ventas no iban bien". O, "No encuentro talentos; mi equipo no reúne las expectativas mínimas". Si tienen sueños, es su responsabilidad hacerlos realidad. Sí, puede que sea difícil encontrar talento. Sí, puede que el mercado sea malo. Pero si nadie invierte en nuestra idea, si nadie compra nuestro producto, seguro que el error de algo de eso es propio. (Risas) Sin duda. Uno tiene que soñar y hacer el sueño realidad. Y nadie logra sus metas solo. Pero si uno no hace que suceda, la culpa es propia y de nadie más. Sean responsables de sus sueños.
Último consejo, y este es muy importante también: Creer que lo único que importa son los sueños en sí.
Una vez vi un anuncio, había un montón de amigos, escalaban una montaña, era una montaña muy alta, todo era muy arduo. Podía verse que transpiraban y que era algo difícil. Iban subiendo, hasta que finalmente llegaron a la cima. Claro, celebraron, ¿no? Vamos a celebrar: "¡Sí, lo logramos, estamos en la cima!" Dos segundos después, se miran unos a otros y uno dice: "Bueno, bajemos".
La vida no tiene que ver con las metas en sí. La vida es el viaje. Sí, uno debería disfrutar las metas en sí, pero se suele pensar los sueños como algo que uno persigue y que cuando los alcanza, llega a un lugar mágico que es garantía de felicidad. Pero cumplir un sueño es una sensación momentánea y la vida no lo es. La única manera de realmente cumplir todos los sueños es disfrutando cada paso del viaje. Esa es la mejor manera.
Y el viaje es simple... se compone de pasos. Algunos pasos serán directos. A veces uno tropezará. Si es directo, a festejar, porque algunos esperan mucho para celebrar. Y si tropezamos, transformemos eso en aprendizaje. Si cada paso se vuelve algo para aprender o para celebrar, sin dudas disfrutaremos el viaje.
Son cinco consejos: Creer en el éxito repentino, creer que otra persona tiene la respuesta para nosotros, creer que si el crecimiento está garantizado, es hora de asentarse, creer que la culpa es de otro, y creer que solo importan las metas en sí. Créanme, si lo hacen, destruirán sus sueños.
Fuente y autor: TED, Bel Pesce se fue de Brasil para estudiar en el MIT. Pero después de una exitosa etapa en Silicon Valley, volvió a inspirar a otros con grandes ideas en su país para hacerlas realidad.