la preocupación por los demás constituye el núcleo del liderazgo
La escalada a la cima es ardua; las personas pueden agotarse, frustrarse y desilusionarse. Con frecuencia tienen la tentación de abandonar. Los líderes alientan el corazón reconociendo las aportaciones y celebrando los valores y las victorias. Los actos genuinos de preocupación por los demás elevan los espíritus e impulsan a las personas a seguir adelante.
Los líderes ejemplares establecen estándares elevados y tienen altas expectativas con respecto a sus organizaciones. Los líderes también esperan lo mejor de los demás y crean profecías de auto-cumplimiento acerca de cómo la gente común puede producir resultados extraordinarios. Los líderes estimulan, despiertan y concentran las energías de los demás prestando atención, alentando, personalizando el agradecimiento y manteniendo una actitud positiva.
Parte del trabajo del líder consiste en mostrar agradecimiento por las aportaciones de los demás y crear un clima de celebración. El aliento puede provenir de grandes gestos o de actos simples. En los casos que reunimos, había miles de ejemplos de reconocimiento individual y de celebración de grupo, incluidas bandas que marchaban, campanas que sonaban, remeras, tarjetas con notas y agradecimientos personales. Los líderes saben que en un equipo ganador, los miembros necesitan compartir las recompensas de sus esfuerzos. Las celebraciones públicas hacen que todos sepan que “Estamos todos juntos en esto”.
Sin embargo, el reconocimiento y la celebración no consisten solamente en diversión y juegos. Tampoco se trata de hacer ceremonias pretenciosas diseñadas para crear un sentido falso de camaradería. El aliento es un asunto curiosamente serio. Mediante la celebración de los logros de los demás en forma notoria y en reuniones de grupo, los líderes crean y mantienen el espíritu del equipo; y basando las celebraciones en el logro de valores clave y eventos importantes, mantienen la concentración de los demás. Alentando el corazón es la forma en la cual los líderes vinculan, notoria y concretamente, las recompensas con el rendimiento y el comportamiento con los valores apreciados. Los líderes saben que las celebraciones y los rituales, cuando se realizan con autenticidad y desde el corazón, generan un fuerte sentido de identidad colectiva y de espíritu comunitario que pueden ayudar al grupo a afrontar momentos turbulentos y difíciles.
La preocupación por los demás constituye el núcleo del liderazgo.
Fuente: Cinco Prácticas de Liderazgo Ejemplar - Kouzes, Posner