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La Fe, El Razgo Más Importante de las Personas Positivas y Ganadoras
Si no crees en algo, fracasarás en todo

Si no crees en algo, fracasarás en todo

La Fe es el rasgo más importante y controvertido de las personas positivas.

Es el más importante porque cualquier acción la iniciamos con fe, y controvertido en el entorno de los negocios porque incluye el concepto de «fuerza espiritual superior».

Hacemos gala de fe cuando:

  1. Nos sentimos seguros de que existe un poder al cual podemos re­currir y nos sirve de inspiración para mejorar nuestras capacidades.
  2. Nos comprometemos a vivir de acuerdo con una causa o pro­pósito superior.
  3. Confiamos en una idea o sistema de principios.
  4. Consideramos los sucesos individuales como componentes de un plan o destino global.
  5. No nos preocupamos porque eso es lo opuesto a tener fe.

La fe se da en tres niveles:

Fe en Uno Mismo

Si no crees en algo, fracasarás en todo. Un buen punto de partida es creer en uno mismo. El éxito en los negocios o en la vida. depende de que uno tenga la con­vicción de poseer un poder en lo más profundo de su ser al cual puede recurrir, un poder o fuerza inspiradora que proviene del reconocimiento de que la especie humana, a diferencia de cualquier otra especie en el mundo, tiene la capacidad de pensar, razonar y sentir emociones complejas.

El enemigo en uno mismo de la fe, es la duda. Cuando soplan los vientos de la duda, nuestro pensamiento se dispersa. Nos confundimos y desorienta­mos. Cuestionamos nuestro valor inherente como seres humanos. No somos capaces de tomar decisiones claras y emprender acciones decididas.

La duda con respecto a nosotros mismos surge cuando perdemos de vista nuestra identidad individual y nuestro carácter único. Nos ataca cuando nos sentimos más vulnerables, quizás después de haber sufrido una serie de reveses personales y profesionales. Le encanta el fracaso y engaña a la mente para que crea que sólo porque una persona falló en algo, es un fracaso. He visto suceder esto en personas que perdieron sus empleos, no fueron ascendidas o simplemente no cumplieron determinadas metas u objetivos. Quienes experimentan una pérdida personal, como un divorcio, son especialmente propensos a dudar de sí mismos. La duda con respecto a nosotros mismos produce sentimientos de desaliento, desespero y auto-compasión.

La duda causa estragos en las empresas porque puede:

  • Producir comportamientos poco éticos.
  • Generar desconfianza.
  • Impedir el establecimiento de metas.
  • Impedir que uno alcance sus metas.
  • Bloquear otros rasgos clave (confianza en uno mismo, determina­ción, valor y otros).

 

«El único límite para nuestra futura realización serán nuestras dudas de hoy.
Avancemos con una fe sólida y activa.»

Franklin D. Roosevelt

 

Se ha demostrado que una fuerte duda (en detrimento nuestro) o una creencia o fe sólida (para bien nuestro) puede incluso ser un agente de cambio biológico. Tómese el ejemplo del "señor Wright", cuyo caso se resumió en un artículo publicado en The New York Times:

En 1957, le dijeron que tenía cáncer y que sólo le quedaban algunos días de vida. Mientras estaba hospitalizado en Long Beach, California, con tumores del tamaño de naranjas, escuchó que unos científicos habían descubierto un suero de caballo, Krebiozen, que parecía ser eficaz contra el cáncer. Imploró que se lo dieran. Su médico, el doctor Philip West, finalmente aceptó y le aplicó al señor Wright una inyección un viernes por la tarde. El lunes siguiente, el médico, asombrado, encontró que su paciente ya no agonizaba y más bien bromeaba con las enfermeras. Los tumores, escribió más tarde el médico, "se habían derretido como bolas de nieve encima de una estufa caliente". Dos meses después, el señor Wright leyó unos informes médicos que decían que el suero de caballo era un remedio de charlatanes. Inmediatamente recayó. "No crea lo que dice la prensa", le dijo el médico, y le inyectó lo que supuestamente era una versión "nueva, superrefinada y reforzada" del medicamento. De he­cho, no era más que agua, pero una vez más los tumores desaparecieron. El señor Wright se convirtió en "la imagen misma de la buena salud" durante otros dos meses... hasta que leyó un informe definitivo que decía que el Krebiozen no servía para nada. Dos días después murió.

El artículo luego decía: "Los médicos que conocen la historia la con­sideran tan sólo como uno de esos extraños casos que la medicina no es capaz de explicar. La idea de que las creencias de un paciente pueden hacer que desaparezca una enfermedad fatal es difícil de creer. Pero ahora los científicos, a medida que aprenden que el efecto placebo es aun más poderoso de lo que nadie había podido demostrar, también están comenzando a descubrir los mecanismos biológicos que hacen que se logren resultados que lindan con lo milagroso. Al usar nuevas técnicas de imaginería cerebral, han descubierto toda una serie de mecanismos biológicos que pueden convertir un pensamiento, una creencia o un deseo en un agente de cambio que afecta a células, tejidos y órganos. Están aprendiendo que una gran parte de la percepción humana se basa, no en la información que fluye al cerebro desde el mundo externo, sino en lo que el cerebro, basado en experiencias previas, espera que suceda".

Podría decirse que, en el caso del señor Wright, la duda produjo mala salud y su eventual fallecimiento, mientras que la creencia lo condujo a la sanación y la vida. En palabras sencillas, nuestras expectativas con respecto a nosotros mismos muchas veces predicen nuestro éxito.

 

«Cuando uno espera lo mejor, libera una fuerza magnética en la mente que por la ley de la atracción tiende a atraer lo mejor de uno.
Pero si uno espera lo peor libera en la mente el poder de repulsión que tiende a eliminar lo mejor de uno.
Es asombroso cómo una expectativa sostenida de lo mejor pone en movimiento fuerzas que hacen que se materialice lo mejor.»

Norman Vincent Peale

 

Fe en los Demás.

En el lugar de trabajo, muchas veces dependemos de otros para alcan­zar nuestras metas. ¿Qué sucede si no creemos en nuestros colegas o des­confiamos de ellos? Si dudamos de nosotros mismos, es probable que dudemos y desconfiemos de los demás. La desconfianza es, quizás, el principal impedimento para alcanzar metas interdependientes. Algunos síntomas comunes de la desconfianza son: trabajar con gran sigilo, acaparar información, no compartir ideas  o no delegar.  Creer y confiar en los demás nos libera. Es la actitud que nos permite emprender proyectos nuevos y emocionantes que nos desafían y nos motivan.

El Efecto Pigmalión

" El Efecto Pigmalión", des­cribe la influencia de una profecía que se cumple a sí misma. Pigmalión fue un mítico escultor griego que esculpió una estatua de una mujer muy hermosa. Se enamoró de la estatua y ansiaba que cobrara vida. Cuenta la leyenda que la diosa Venus se apiadó de Pigmalión y le infundió vida a Galatea, la estatua. Así, la creencia en otra cosa, en este" caso una estatua, hizo que cobrara vida. El efecto Pigmalión en los negocios se ha investi­gado y documentado extensivamente. Se describió sobre todo en un artí­culo clásico escrito por J. Sterling Livingston y publicado en 1988 en la Harvard Business Review: "Pigmalión en la gerencia". Los hallazgos de la investigación revelaron una marcada relación entre las expectativas de los gerentes y el comportamiento y desempeño de sus subordinados.

"Uno logra lo que espera lograr y lo que otros esperan que uno logre"

 

Fe en una Fuerza Espiritual Superior

Este tipo de fe sólo es aplicable a aquellos que comulgan con la idea de una fuerza superior. La espiritualidad no debe confundirse con la reli­gión, aunque están relacionadas; la primera tiene un signifi­cado universal y va más allá de cualquier frontera religiosa.

 

Consejos Para Fortalecer y Desarrollar Nuestra Fe:

  • Reconozca que, para triunfar y tener éxito, debe tener fe y una confianza sólidas en su capacidad para alcanzar sus metas. Esto no significa que no va a fracasar a veces. Es inevitable cometer errores o fracasar. Creer significa que su confianza en su capacidad para triunfar nunca desfallece.
  • Sepa que ya tiene en sus manos todo lo necesario para triunfar y alcanzar el éxito. Si alguna vez duda de esto, estará permitiendo que sus talentos se queden sin utilizar y no desarrollará su potencial humano pleno.
  • Comprenda que lo que usted cree que sucederá tiene muchas probabilidades de suceder. Si es como la mayor parte de la gente, muchas veces piensa que no es merecedor, o que es incapaz o que le falta alguna cualidad necesaria, y por consiguiente se reprime. Sepa que sí es merecedor, y sin duda más capaz de lo que se imagina.
  • Espere un milagro y jamás permita que su sentimiento de asombro y deseo de saber se desvanezca. Los milagros muchas veces son el resultado de actividades poco atractivas como pensar, trabajar y perseverar
  • Jamás deje de creer... ¡pase lo que pase!. Las pruebas y los problemas de la vida tienden a desgastarnos. Hay periodos en que las cosas no parecen funcionarnos, trastabillamos, caemos y a veces dejamos de creer en notros mismos o en otros. La Fe es el ancla que nos sostine en la turbulencia de la vida. La fe es el faro de luz en medio de la bruma y la niebla. Nos conduce sin esfuerzo a través de las tempestades de la vida, que siempre terminan por pasar.

    Fuente: Basado en el Libro "El Poder del Pensamiento Positivo en las Empresas" de Scott W. Ventrella
    DeGanadores les recomienda su lectura.

    DeGanadores
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