
No teman ustedes, no vamos a asaltar el «statu quo» de nadie, tan solo vamos a intentar despertar el entusiasmo en algunos adormecidos cerebros. El exceso de racionalismo, acartona los pensamientos creativos que pueden surgir en el seno de una organización.
El miedo se apodera de nosotros ante la posibilidad de dejar brotar libremente todo tipo de «IDEAS» de nuestra gran fábrica de ilusiones. Nuestro cuerpo pierde elasticidad, y agarrotado hasta la médula, anula la posibilidad de un pensamiento creativo.